Reflexión
Nada más hermoso que amanecer
cantando a coro South of Heaven de Slayer en un Chochal del siete de agosto en
la ciudad de Bogotá, acompañado de dos putas en el día de la madre.
Bogotá en ese momento enseña
todas sus virtudes, por ejemplo a un amigo durmiendo acompañado de un tamal.
Nada más claro para
demostrar lo patético de la moralidad, lo extraño de lo sacralizado, todo es
miseria. Nada mejor para dar a conocer
el eterno retorno, el volver de donde hemos llegado.
Somos todo y nada, mierda,
oro, sudor.
Las cosas importantes en mi vida: mi cuerpo, mi apartamento, carro, familia, iglesia, amigos, chicas y mi porno.
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